Parece inútil que la
Constitución establezca la garantia del derecho de propiedad y que sólo
puede ser legalmente afectada mediante expropiación; como decía en mi artículo
anterior esta garantía se ha transformado en negocio para unos y castigo para
otros.
En la última década la
mayoría de las denominadas “expropiaciones” de empresas han sido en
realidad negociaciones entre el Estado venezolano y los particulares, en donde
se han acordado las adquisiciones con una contraprestación por parte del Estado
equivalente al verdadero valor de los bienes adquiridos.
Existen precedentes donde se
han realizado fructíferamente este tipo de transacciones comerciales. Ellas son - entre otras - las siguientes:
1.- SIDOR: El 30 de abril de
2008 el Presidente de la República ordenó la “expropiación” de la Siderurgica,
propiedad de un grupo económico argentino denominado TERNIUM. El 7 de mayo de
2009 se acordó un arreglo amigable logrado mediante negociaciones privadas una
compensación por sus acciones por USD $ 1.97 miles de millones de dólares.
2.- LAFARGE: El 18 de junio
de 2008 el Estado se reservó, mediante Ley, la actividad de producción de
cemento, lo cual acarreó que las empresas cementeras - vg. LAFARGE
(empresa francesa)- fuesen “expropiadas” por el Estado. El 30 de
noviembre de 2009, LAFARGE llegó a un arreglo mediante negociaciones por USD $
247,14 millones de dólares.
3.- El pasado 1 de diciembre
CEMEX (empresa Mexicana) llegó a un acuerdo con el Gobierno para que le
paguen 600 millones de dólares por el 75,5% de su filial en Venezuela.
4.- Electricidad de Caracas:
El Estado se interesó por el Sector Eléctrico, lo cual significaba que debía
tener el control de las empresas encargadas de ello. El 8 de febrero de 2007
mediante negociaciones, acordaron suscribir un memorando con la transnacional
estadounidense AES por el 82,14% de las acciones de la EDC por USD $ 739
millones de dólares.
¿Donde estamos en Venezuela?
Ante un gobierno que paga indemnizaciones millonarias en ciertos casos, mientras
que a las propiedades nacionales las castiga con la “expropiación”
cuyo mejor ejemplo es la Ley para la regularización y Control de los
Arrendamientos de Vivienda, donde se castiga al arrendador con la expropiación
en el caso que de reincidencia de las sanciones estabecidas en dicha ley.
Se preguntarán de qué sirve
que se garantice en la Constitución el derecho de propiedad y se reconozcan
todos sus atributos: usar, gozar, disfrutar y disponer de los bienes de su
legítimo dueño cuando el gobierno ha decidido desconocer tal derecho y sí
reconocerlo a extranjeros?
¿Cuán importantes son las
elecciones para Presidente de la República en este contexto?
lamentablemente este el desgobierno que tenemos los venezolanos....claridad de la calle....oscuridad de la casa
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