Para la Constitución, la potestad de administrar justicia emana de los
ciudadanos y la imparten en su nombre los Jueces de la República, que se llaman
Magistrados cuando esos jueces integran el Tribunal Supremo de Justicia.
Igualmente,
exige la norma suprema que los magistrados y jueces estén sometidos a un
régimen disciplinario consagrado en una ley que se llama el Código de Ética del
Juez Venezolano.
La
Asamblea Nacional dictó el Código de Ética en el año 2009 y lo reformó en el
2010. Tres años después, la Sala Constitucional le dice a los diputados que
presume su inconstitucionalidad, por lo que decide realizar una nueva
redacción, para mantener el Tribunal Supremo de Justicia el poder sobre la
designación y destitución de jueces a través de la Comisión Judicial del TSJ,
quitándosela a los tribunales disciplinarios creados por esa Ley.
El 7
de mayo pasado, mediante sentencia de la Sala Constitucional, por cierto la
última sentencia firmada por la Sra. Morales como presidenta del TSJ, y
suscrita por la Sra. Gladys Gutiérrez nueva designada, se establece que el
Magistrado deja de ser considerado Juez y el Juez que no sea de carrera queda
excluido de la aplicación del procedimiento disciplinario judicial.
Con
esta decisión el TSJ logra dos cosas: primero excluir a los 32 magistrados de
ser sometidos a tribunales disciplinarios como lo manda expresamente el
artículo 267 de la Constitución y segundo, mantener el control sobre los
jueces que ellos designan y destituyen, sin razón o con ella, al
excluirlos del régimen disciplinario autónomo de todas las ramas de poder en
particular del TSJ.
Desde
el año 1999 el TSJ tiene a su cargo todo lo referente a la reestructuración del
sistema judicial porque así inconstitucionalmente se lo otorgó la Asamblea
Nacional Constituyente.
Tenemos
jueces sometidos a lo que disponga el TSJ, tenemos jueces Magistrados que ya no
son jueces y escapan a la justicia disciplinaria en su desempeño, son dioses
que no cometen faltas que pudieran ser denunciadas ante los tribunales
disciplinarios, imparten justicia pero no se someten a sus jueces naturales.
Todo
esto nos obliga a preguntarnos, de tener que acceder a la justicia, cuál tipo
de jueces me daría mas seguridad jurídica, en principio un juez de carrera por
aquello de la autonomía, el resto de Magistrados y jueces siempre tendrá más
miedo de perder su cargo si no obedece lo que le mandan con un golpe de
teléfono.
No sólo son vende patrias, no aman ni siquiera a Dios y por lo tanto NO AMAN LA VERDAD y mucho menos la Justicia.
ResponderEliminarDecisiones del TSJ demuestran que hubo fraude electoral!!!
ResponderEliminarMagistrada cómo podría solucionarse el Grave problema que se observa en el TSJ?? Hay alguna solución posible?? Ya se observa que estos señores no tienen dignidad, ni ética, ni mucho menos imparten justicia. ¿Cómo puede depurarse esta institución???
ResponderEliminaralgunas jurisprudencias son vinculantes para algunos y desvinculantes para otros
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