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UN TRIBUNAL PARA OBEDECER (Parte I)


Ciertamente son muchas las sentencias políticas que ha dictado el Tribunal Supremo de Justicia, siempre de la mano de la orden presidencial, sea directamente o a través del que dice representarlo ante esa instancia judicial.
El camino de la degradación ética y moral de muchas de las personas que ostentan el cargo de magistrado ha llegado al límite de lo irreversible. Se han colocado en la posición de fijarse una fecha de término de su mandato, temiendo perder todas sus prebendas por ser acólitos del poder político. La desvergüenza es tan grande que se han reservado el derecho de abandonar el cargo aunque estén jubilados.
La sentencia dictada por la Sala Constitucional, el 7 de junio de 2012, cuatro días antes de que Hugo Chávez inscribiera, una vez más, su candidatura para optar a la Presidencia de la República, sin arrugarse la Sala Constitucional cumplió una vez más el mandado a la perfección, en el caso del partido político PODEMOS. Para ellos es imposible comportarse de otra manera, esa es su naturaleza.
Didalco Bolívar, perseguido por el Ministerio Público, huyó del país para evitar ser detenido. Un día, después de estar en el exilio autoimpuesto, decidió volver y “ponerse a derecho”, para resolver sus problemas con la “justicia”. Hasta ahí es testigo de las manipulaciones de la política y el perdón del presidente de la República, que llega hasta decir en estos días “no entiendo por que se fue -refiriéndose a Bolívar- nunca ha debido irse”. Todo vuelve a ser como antes, “amigos políticos”.
El regreso de Bolívar muestra un pacto negociado, retomar la conducción del partido Podemos, el cual se había unido a las filas de la Unidad Democrática, y cómo Chávez requería ahora de partidos para engrosar el Polo Patriótico, le venía bien sumar siglas a su inscripción en el CNE, aunque no necesite los votos, total es él quien los produce.
En nuestra próxima entrega, revisaremos los malabarismos que finalmente –tras un complejo camino- llevaron al TSJ a un desenlace tan insólito como predecible.

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