Venezuela sufrió una ruptura
institucional irreversible con la muerte del Presidente Hugo Chávez.
El resultado político del cambio de conducción no está controlado
y la autocracia militar
cubana-venezolana está inquieta, comienza a temblar ante la reacción en cadena
de una sociedad en estado de sobrevivencia que acumula insatisfacciones
sociales y económicas, lo que explica su comportamiento de acompañar a sus
demandas con la protesta, convertida en un movimiento envolvente.
La aplicación de la fuerza militar se viene ejecutando en un clima
de desgobierno e ingobernabilidad en que caben dos escenarios, o logra retomar
el control de la situación por la fuerza militar y para-militar o por el
contrario la intensidad de tal situación política-económica disuelve el poder
de quienes dicen detentarlo.
La propia sociedad ha desnudado la realidad. Mientras el Gobierno
cree firmemente someter a los “fascistas” a todo el que se le oponga, que
pudieran ser inclusive sus seguidores, los asocia con el capitalismo y a su vez
declara que pertenecer a la clase media es igual a ser “escuálido” y que los
pobres nunca serán clase media; lo que dibuja el gobierno es equivalente a las
penurias sociales de las personas, asegurándoles que jamás podrán salir de la
pobreza porque el propio gobierno lo va a impedir.
Si a eso le agregamos que la represión brutal y excesiva ha
causado la muerte, tortura, de
venezolanos, el efecto necesario es el surgimiento de la adhesión social al
agredido y el rechazo unitario ante la muerte y
persecución de compatriotas.
Resulta una creencia equivocada del Gobierno que al prohibir y
desconocer el ejercicio de los derechos constitucionales de quienes protestan,
mantiene el control de sus seguidores. La pregunta que se hace cualquier
persona es ¿no tenemos nosotros los que hemos creído en el proyecto
revolucionario el mismo derecho a manifestar cuando el Estado no cumple sus
promesas? De ocurrir esta reflexión ciudadana, la pólvora de sacudirse la
opresión ya no cesa.
La dictadura de Maduro se caracteriza por la
concentración del poder en torno a una élite, consolidándose como gobierno de facto
al abandonar los controles al ejercicio del poder consagrados en la
Constitución: se caracteriza por una ausencia de división de poderes, una
propensión a ejercitar arbitrariamente el mando y la imposibilidad de que a
través de un procedimiento institucionalizado la oposición llegue al poder. La
coalición cívico/militar y el poderío del aparato militar lo mantiene en el
poder.
Este cambio de autocracia a dictadura sangrienta modifica completamente la
relación de los venezolanos con Nicolás Maduro, la represión desmedida con el
pueblo que quiere cambio, el uso excesivo de la fuerza militar, la
instrumentalización de la justicia para “desaparecer” oponentes políticos, me
hace recordar una expresión popular “los venezolanos somos indios nómadas” y si
bien la caza y la pesca nos hace libres, soportamos cualquier peso sólo hasta
que se nos quiere esclavizar y obligar a obedecer sin ser oídos. Esto lo entendieron
primero los estudiantes.
Muy interesante artículo, gracias Dra. Sosa por compartir sus conocimientos.... Créame que como mujer Venezolana la Admiro y la Respeto. Feliz y Exitoso Día
ResponderEliminarEXCELENTE ART.
ResponderEliminarCecilia siempre que te leo me retrotraigo a los años 90 cuando eras una de las adecas mas encumbradas,cuando tomabas decisiones catastróficas para nuestra patria por ejemplo la privatización del IVSS y otros activos vitales para la nación ¡ que días aquellos! todo te parecía bien, normal,no lo habían consultado con nadie pero así se ejercía el poder y eso no era DICTADURA ni nada de eso,era la democracia del poder, la única garantía de ese poder era la impuesta por el Suizo mas destacado de Venezuela Romulo Betancourt "Disparen primero y averigüen después".ESO SI ERA DEMOCRACIA.
ResponderEliminarEntiendo Adolfo lo que comentas, sin embargo mi me parece que la ideología y el sistema político Madurista se retrotrae a épocas aún mas del pasado.Una alternativa beneficiosa para la población sería que construyéramos y nos reconocieramos como un Estado democrático social de derecho y de justicia.
EliminarSaludos
Eso es lo que intentamos desde la iniciativa Bolivariana pero el asedio de los y las fracasadas del punto fijismo no lo han permitido, con su vana ilusión de volver a tener el poder de la Patria. A mi en lo particular que siempre pensé que las mujeres de la cuarta república iban ser la conciencia de la oligarquía,creo que algunas veces te lo he comentado, yo soy uno de los que tuve esperanzas en ti antes de la llegada de Chavez aunque nunca fui adeco ni copeyano, cuando hubo el amago de que tu fueras la candidata de la oposición pensé que era una gran oportunidad para el país ya que tu podías darle coherencia DIGNA a la oposición pero fuiste rebasada por la contra patria.
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