LA HABILITANTE UNA GUERRA POR EL PODER

Después de 14 años, el venezolano sabe que Nicolás Maduro necesita legitimarse y conquistar el centro del poder político disperso después de la muerte de Hugo Chávez, esconder las verdaderas causas y responsables de la crisis social y económica, y para ello pide lo que no necesita: Poderes Especiales.

Esta solicitud, de aprobarse, permitirá al Gobierno “legalizar” la persecución de las personas con fundamento en los decretos anticorrupción, se trata de aquel que se atreva a adversarlo; y  en cuanto a la crisis económica, por erradas políticas del gobierno, el “verdadero” culpable será la empresa privada, como germen y estratega de la corrupción.

Después de un largo discurso, que mas parecía la toma de posesión del presidente del partido PSUV, del texto de la tan anunciada habilitación para legislar sigue sin publicarse.

Sólo mencionó Maduro que la delegación sería por un año y el objetivo genérico que lo justifica: luchar contra la corrupción y el sabotaje económico.

Estos dos temas nos obligan a preguntarnos si el poder legislativo y el poder judicial representados en esa sesión especial, diputados y magistrados, entendieron el mensaje, cuan inútiles e ineficientes han sido al no han sabido ni legislar ni hacer justicia cuando los corruptos son la plaga que manda en el país. Los presentes aplaudían su incompetencia.

De allí que por medio de la habilitante todos estos altos funcionarios obedecen las instrucciones contenidas en los decretos leyes de Maduro, quién pasa a ejercer el control tanto de los asuntos legislativos como judiciales como único Poder.

Maduro dijo que “quiere la base legal para velar por la vida de la República” por tanto todos los poderes y órganos del Estado y cada persona será sometida a su voluntad. La Fuerza Armada Nacional observa.

Esta nueva alteración institucional nos coloca en la obligación de reaccionar ante el ataque disfrazado de ética socialista y entender que no somos espectadores de quien puede ganar este round; declaremos el Estado de Emergencia Nacional, una vez estudiado el texto del proyecto habilitante; si ésta la dejamos pasar, olvidémonos de vivir en un Estado Democrático.