Es muy común hablar de escenarios para analizar la situación política,
curiosamente es un préstamo que se toma y nos acerca al teatro, al arte de las
tablas. ¿Será una mera coincidencia? Hoy quiero, en realidad, escribir sobre la
escenificación del asalto a una embajada, la de la República de Cuba, en
Caracas.
Como toda quinta que se respete, está rodeada de un muro y para saltarlo
hay que utilizar una escalera. El 12 de abril pasado, adecuadamente decorado el
escenario, se colocó la escalera para hacer más vívida la representación de una
obra que tiene diez años en cartelera.
El relato de este espectáculo, como todos los del gobierno, ha ido
incorporando escenas hasta llegar a la frase lapidaria: “Asaltante de Embajada
¿Puede este sujeto ser comandante en jefe de la FANB? Asaltó la Embajada de la
República de Cuba, abril 2002”.
Es una imagen que impone culpas y responsabilidades, salvo cuando, con el
devenir de los años, se conoce con certeza quién mandó a poner la escalera y
con qué propósito; lo que viene a explicar cuáles fueron las causas que
movieron a Henrique Capriles a brincar el muro de la embajada, utilizando la
escalera.
Capriles siempre sostuvo que su intención era proteger a la Embajada de
Cuba y tranquilizar la situación de conmoción que sucedía en su puerta
principal, provocada por el grupo que cuestionaban la participación de ese país
y su injerencia en los asuntos internos de Venezuela.
¡Oh, sorpresa, alguien introduce una modificación al libreto! Sólo Ultimas
Noticias (edición de viernes 13 de abril de 2012 pag. 22), relata las palabras
que dirigió a los manifestantes Germán Sánchez Otero, embajador de Cuba
para la época de estos acontecimientos, especialmente traído a este acto.
Diez años tuvimos que esperar para saber quién efectivamente mandó a poner
la escalera y cuál era la finalidad de que el hoy candidato presidencial
trepara por ella.
El Señor Germán Sánchez Otero, aplastó los ánimos de los presentes, cuando
afirmó que “… ese día recibió un ultimátum para que permitieran el ingreso a personas
que buscaban al entonces vicepresidente Diosdado Cabello. Reveló que fue
Fidel Castro el que ordenó colocar la escalera para que Capriles subiera.”
Gracias por aclarar la infamia que ahora permitirá a Henrique Capriles
Radonski dejar de ser asaltante de Embajada, ejercer como Presidente y ser el
comandante en jefe de la Fuerza Armada Nacional.
Moraleja, un verdadero varón sabe guardar silencio cuando la política lo
exige, su conducta fue la correcta.
Mas claro no canta un GALLO!
ResponderEliminarexcelente articulo realmente en este pais lo que menos hay es diplomacia politica hace 13 años que no se ve en el regimen asi que realmente a lo mejor no le entendera a quien se la digio , por eso es que esperamos que haya una salida fortaleza serenidad y mucha union a los venezolanos ,
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